El sector residencial continúa su camino imparable hacia la sostenibilidad y la eficiencia energética. La industrialización se erige como el principal modelo de construcción para alcanzar este objetivo, pero no es el único. Existen otros métodos, o mejor dicho, otros materiales que también persiguen esta finalidad. En este contexto aparecen las casas paja que se muestran como una opción habitacional más ecológica, resiliente al fuego y con un menor gasto energético para el propietario.
Dentro de este segmento nos encontramos con empresas como Meta 2020 o como Ecodome que se dedican al diseño y asesoramiento de este tipo de viviendas, que ha sufrido un gran auge tras la aparición del covid-19, según reconoce Eduard Canals, CEO de Ecodome. “La pandemia ha provocado que aumenten las llamadas y el interés por este modelo de construcción”, afirma.
Javier Sanz, cofundador de Meta 2020 Arquitectos también reconoce el fervor por las casas paja, aunque en este caso no lo atribuye tanto al coronavirus. “Existe un incremento del interés por la construcción con paja, pero no creemos que sea únicamente por la situación sanitaria. Está claro, que tras el confinamiento, hubo un repunte de interés por tener una casa unifamiliar con terreno o patio, pero la apuesta por este tipo de construcción viene de atrás y de un deseo de la sociedad de vivir en una casa muy eficiente térmicamente, sana y con el uso de materiales de bajo impacto ambiental”, explica en este sentido.
Los dos empresarios coinciden en señalar la zona geográfica donde se ha producido un mayor aumento de la demanda de este producto. Se trata de la sierra de Madrid. “Creo que, no sólo por la pandemia, ahora el que se comprar una casa, piensa en espacios sanos, bien aislados y con zonas abiertas”, asevera Sanz para explicar esta situación. “La gente está buscando salir de la ciudad hacia lugares más sostenibles”, espeta Canals.
Más barata, pero sin mano de obra cualificada
Sin embargo, los dos expertos difieren sobre los costes de levantar una casa de pajar. Mientras que el cofundador de Meta 2020 Arquitectos considera que no existen grandes diferencias entre el precio final de una vivienda tradicional y otra de paja, el CEO de Ecodome se atreve a arrojar cifras de la rebaja que puede producir este modelo de construcción.
“Siempre solemos decir que el precio de una casa de paja puede ser similar al de una construcción convencional, solo que estamos comparando productos totalmente distintos. Si bien los materiales pueden ser más baratos, se necesita mano de obra especializada o asesorada por técnicos formados en Bioconstrucción. Siempre hay gente que peca de relacionar la construcción con paja con precios muy bajos, pero no es así, a no ser que autoconstruyas tu vivienda y para eso necesitas formación y tiempo”, apunta Sanz.
“El m2 de una casa tradicional localizado en un terreno tipo puede alcanzar los 1.200 euros. Con las balas de paja esta cifra se puede reducir hasta los 900 euros/m2”, explica Canals.
Pero ¿cuáles son las ventajas de las casas paja? La realidad es que casi todas ellas guardan relación con la sostenibilidad y la eficiencia energética. “La prioridad es la alta eficiencia energética. Si además, existe un material natural de bajo impacto ambiental, y que en combinación con otros como la madera, la cal o la arcilla, nos proporcionan confort y ambientes sanos en nuestra vivienda, conseguimos un producto perfecto. Hablamos de construcciones transpirables que, bien ejecutadas y en combinación con otras estrategias bioclimáticas, apenas necesitan calefacción. Algunas se calientan con apenas una estufa de leña”, señala el arquitecto de Meta 2020.
“Estamos consiguiendo unos 45 cm de masa aislante que no lo consigue casi ningún tipo de construcción con un precio económico, gran resistencia a los seísmos y con una estética tan bonita por dentro del inmueble”, afirma Canals.
El reto: llegar a zonas urbanas en España
Con respecto a las características del inmueble, cabe destacar que este método de construcción permite realizar viviendas desde 90 m2 hasta los 240 m2. Es decir, no hay limitaciones de espacio ni de diseño para las cajas paja. Además, los tiempos de las obras suelen ser menores a los de la construcción tradicional. “Hemos conseguido levantar una casa de 100 m2 entre cuatro personas en menos de dos meses”, afirma en este sentido Canals.
Hasta ahora, las casas paja en España se limitan a zonas rurales o campestres, porque todavía existe un gran desconocimiento sobre este modelo de construcción, pero el objetivo es trasladar este método a zonas urbanas y poder incluso levantar viviendas en altura como ya ocurre en otros países europeos. “Nosotros hemos construido hasta dos plantas, pero todavía no existe esa tradición en nuestro país”, asevera Canals.
Fuente: idealista