El covid-19 está cambiando las preferencias de los españoles a la hora de buscar una vivienda. El confinamiento y el auge del teletrabajo están haciendo que muchas personas se replanteen cómo deben ser sus viviendas para mejorar su calidad de vida. La luminosidad, las zonas exteriores como jardines, terrazas, la eficiencia energética y que estén alejajdas de los núcleos urbanos son características cada vez más demandas.
En este contexto, la vivienda industrializada modular está ganando terreno como la opción más rentable para satisfacer todas estas necesidades con garantías tanto para el cliente final como para el promotor. La gran diferencia que aporta el sistema 3D o modular con respecto a otros sistemas de industrialización, es que la gran totalidad de la construcción se ejecuta en la fábrica. La robustez de los procesos de fabricación asegura unos estándares de alta calidad verificables y sostenibles, así como programar los tiempos de producción y ofrecer plazos a medida en función de las necesidades del promotor.
Otra ventaja significativa de este sistema de fabricación es la estabilidad de los costes de construcción. Siguiendo la pauta de los bienes de equipo industriales, las operaciones están exentas de precios contradictorios o desviaciones, es decir, el importe de liquidación es el mismo que el de contratación. Gracias a ello, un mayor número de operaciones son viables desde el inicio y el cliente final tiene cada vez más opciones de hacerse con una vivienda producida en fábrica.
Homm, empresa especializada en promociones industrializadas en España, se afianza en el mercado como todo un referente nacional en el sector. En este momento, la compañía acaba de entregar 26 nuevas viviendas y está comenzando el montaje de una nueva promoción de 21 viviendas. Al igual que todas las anteriores, están construidas a base de módulos de hormigón configurables y tienen una superficie aproximada de 150 m2 por vivienda. Para facilitar su comercialización, a los tres meses del lanzamiento del proyecto se implanta primero una vivienda piloto totalmente acabada. Con esta promoción ya serán 75 las viviendas adosadas industrializadas instaladas solo en Madrid en los dos últimos años.
Además, estas viviendas industrializadas cuentan con certificación energética A y cumplen con las características necesarias para poder obtener el sello BREEAM – un certificado de construcción sostenible avalado mundialmente.
Fuente: idealista